viernes, 3 de febrero de 2017

8.1. El lento crecimiento de la población en el siglo XIX

8. PERVIVENCIAS Y TRANSFORMACIONES ECONÓMICAS EN EL SIGLO XIX: UN DESARROLLO INSUFICIENTE
8.1.1. UN LENTO CRECIMIENTO DE LA POBLACIÓN: ALTA MORTALIDAD; PERVIVENCIA DE UN RÉGIMEN DEMOGRÁFICO ANTIGUO; LA EXCEPCIÓN DE CATALUÑA
España  tenía en 1800 en torno a 11.000.000 de habitantes de los que sólo un 6% residía en ciudades de entre 50.000 y 150.000 habitantes. En 1900 la cifra sube hasta los 18.600.000, con un crecimiento menor al de la mayoría de los países del continente y concentrado entre 1821-1860 pues en los últimos cuarenta años del XIX se frena por razones internas y una emigración masiva al exterior. Es decir, la modernización demográfica del país se aplaza hasta el siglo XX pues el XIX está lleno de epidemias de cólera, crisis de subsistencia y dietas poco variadas mezclado con la falta de higiene y escasa aplicación de adelantos médicos. El cambio demográfico queda cuantificado en 1930: 23.600.000 de habitantes. Son tasas equiparables y superiores a las europeas pero muy centradas en Madrid, Barcelona y Vizcaya con lo que el país no dejó de ser un territorio despoblado mientras la emigración a América se incrementa en el primer tercio del XX.
·    La tasa de natalidad era de las más elevadas de Europa, la segunda más alta por detrás de Rusia, pero la población no crecía por la elevada mortalidad. La esperanza de vida no llegaba a los 35 años por las siguientes causas:
o  Permanentes crisis de subsistencias a lo largo del siglo XIX, al menos doce, por escasez de trigo. Las malas condiciones climáticas, unidas a una agricultura atrasada y a un deficiente sistema de transportes no permitían que la alimentación básica llegara a todas las poblaciones.
o   La segunda causa de mortalidad fueron las epidemias, pese a que la peste bubónica había desaparecido prácticamente en el siglo XVIII, eran frecuentes el cólera, tifus o la fiebre amarilla.
o También enfermedades endémicas como la tuberculosis, la viruela, el sarampión, la escarlatina o la difteria, hicieron estragos entre una población mal alimentada.
·   El régimen demográfico era antiguo debido, como acabamos de explicar, a las altas tasas de natalidad y a las altas tasas de mortalidad, lo que explica que apenas existiera un aumento de la población. Hasta el siglo XX no se iniciará en España la transición demográfica que experimentará la mayoría de Europa a partir de la Revolución industrial. Esto supuso: primero un incremento acerado de la población debido a la caída de la mortalidad pero a una natalidad que se mantiene muy alta; y una segunda fase en la que esta última disminuye rápidamente y por la que se entra en un régimen demográfico moderno.

·      Cataluña fue una excepción porque industrialmente estaba a la cabeza de España y, así, va a iniciar su transición al régimen demográfico moderno como en el resto de Europa. De 1787 a 1900 la población aumentó un 145%, sólo por debajo de Gran Bretaña. 

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