miércoles, 20 de abril de 2016

Tema 14. Fracaso de la Reforma Agraria, 1934


“El Comité nacional de esta Federación Española de Trabajadores de la Tierra acordó elevar a ese ministerio las siguientes conclusiones: Aplicación del laboreo forzoso, suprimiendo los trámites burocráticos. Aplicación íntegra e inmediata a la Reforma Agraria. Queremos explicar las razones que justifican la urgencia de las demandas solicitadas: El laboreo forzoso puede ser, aunque no ha sido, un medio útil de acrecentar y mejorar la riqueza agrícola, y de combatir eficazmente el paro en el campo. Los largos y pesados trámites burocráticos inutilizaron esta ley, como tantas otras dictadas con la mejor intención... En cuanto a la Reforma Agraria, es tan lenta su aplicación, que cuanto dijéramos es poco para expresar el disgusto nuestro y de los campesinos... pensamos que el Instituto posee recursos y tierras sobradas para efectuar un sinfín de asentamientos... No es extraño, pues, que el campesino vaya perdiendo completamente la fe en la Reforma, y que a impulsos de la necesidad y de la falta de trabajo sueñe con apoderarse violentamente de unas tierras que la República le prometió, pero que hasta hoy no supo darle por los cauces de la ley. No creemos que convenga al país el mantenimiento de esta situación peligrosa y precaria, y, en consecuencia: Solicitamos respetuosamente de V.E. que se aplique el laboreo forzoso, suprimiendo los trámites burocráticos, y que se dé tierra a los campesinos, aplicando integral e inmediatamente la Reforma Agraria.
Madrid 6 de marzo de 1934.”


Nos encontramos ante un texto clasificado como histórico, ya que se trata de una fuente primaria, escrita por la Federación Española de Trabajadores de la Tierra, el 6 de marzo del año 1934. Este sindicato, vinculado a la Unión General de Trabajadores (UGT) obtuvo una gran importancia durante la segunda República.
La intención principal del texto es la de solicitar la aplicación de la Reforma Agraria, queriendo explicar cómo de beneficiosa sería esta para el país. Para ello, el texto se centra en dos ideas secundarias: el laboreo forzoso y la Reforma Agraria.
Según este texto, el laboreo forzoso, que obliga a los propietarios a seguir cultivando las fincas, podría llegar a incrementar la riqueza agrícola y acabar con el paro en el campo, siendo así, una ley creada con un buen fin (aunque esta fuera finalmente invalidada).
Respecto a la Reforma Agraria, que debería haber concedido a más de dos millones de jornaleros una finca, funciona con lentitud, indignando no sólo a los campesinos, sino también al autor del texto, que expresa en él su disgusto. Esta Reforma Agraria, apoyada por un gran número de jornaleros y criticada por aquellos terratenientes que se negaban a perder sus fincas, fue aprobada en 1932, tras el fracaso de la Sanjurjada (intento de golpe de estado militar en Sevilla por parte del general Sanjurjo, secundado por los terratenientes que se oponían a la Reforma). Sin embargo, durante el bienio radical-cedista (1934-1935), Lerroux, apoyado por la CEDA, inició una política en la que modificaría las reformas aplicadas en el anterior bienio, entre ellas, la Reforma Agraria. Ésta fue paralizada, suprimiendo a su vez aquellas tierras que habían sido ocupadas por miles de jornaleros.
El texto concluye con la solicitud de aplicación de estas dos ideas anteriores (el laboreo forzoso y la Reforma Agraria), para poder proporcionar tierras a los campesinos y eliminar los trámites burocráticos.

Un año después, tras las elecciones de 1936, el Frente Popular (formado por los partidos republicanos y presidido por Azaña), que consiguiría la victoria, pontenciaría de nuevo la Reforma Agraria.

Rosa Guijarro

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