martes, 29 de marzo de 2016

Tema 14. LEY DE BASES DE LA REFORMA AGRARIA. 1932.

 “Los efectos de esta ley se extienden a todo el territorio de la República. Su aplicación... tendrá lugar en los términos municipales de Andalucía, Extremadura, Ciudad Real, Toledo, Albacete y Salamanca... Las tierras del Estado... podrán ser objeto de asentamientos, sea cualquiera la provincia donde radiquen... La ejecución de esta ley quedará encomendada al Instituto de Reforma Agraria que... promoverá la formación de organismos de crédito a fin de facilitar a los campesinos asentados el capital necesario para los gastos de explotación... Serán susceptibles de explotación las tierras incluidas en los siguientes apartados: 
1.- Las ofrecidas voluntariamente por sus dueños... 
5.- Las que, por no ser explotadas directamente..., deba presumirse que fueron compradas con fines de especulación o con el único objeto de percibir su renta. 
7.- Las incultas o manifiestamente mal cultivadas...”

Gaceta de Madrid, 21 de septiembre de 1932.

Este texto es una fuente primaria, publicado en la Gaceta de Madrid el 21 de septiembre de 1932, destinatario público. El texto pertenece a una ley promulgada por el gobierno de la República en 1932. La Ley de Bases de la Reforma Agraria fue propuesta en 1932, durante el bienio reformista, perteneciente a la II República.

En 1931 fue hecha una Constitución, inspirada en la alemana de Weimar de 1921, que tenía un carácter muy democrático y avanzado. Alcalá Zamora fue elegido como Presidente de la República. Se quiso seguir con una serie de reformas que ya fueron iniciadas durante el gobierno provisional de la República. Algunas de esas reformas eran el plan de obras públicas, las reformas laborales, educativas y culturales, las autonomías regionales. Pero de entre todas estas reformas propuestas, destaca la Reforma Agraria.
Esta Reforma Agraria fue impulsada por Largo Caballero, que fue el ministro de Trabajo y líder de la UGT. En el sur de España había alrededor de 2,2 millones de jornaleros malviviendo en latifundios. Con esta reforma se quería expropiar a los terratenientes las tierras no cultivadas, ofrecidas por los terratenientes o las incautadas. Y dar a cada jornalero una parcela propia, indemnizando al terrateniente. Los terratenientes, obviamente, se opusieron a esta reforma, por lo que apoyaron un intento de golpe de estado dirigido por el general Sanjurjo en Sevilla en agosto de 1932.
Este golpe de estado fracasó, como consecuencia se aceleró la aprobación de esta ley lo que llevó a una expropiación forzosa a los terratenientes y sin indemnizaciones. Pero la puesta en práctica de dicha ley fue muy lenta por causa de la burocracia, el boicot, la oposición… La República creó mucha ilusión y esperanza en la clase trabajadora, pero al ver la situación y que esta ley iba muy lenta y que muchos empresarios no cumplía con las leyes laborales provocó un ambiente de frustración y descontento contra el gobierno. Además, como consecuencia de la lentitud de estas reformas, hizo que los socialistas abandonasen a sus socios. Y se tuvo que convocar unas nuevas elecciones para noviembre de 1933.
En conclusión, la Constitución promulgada en 1931 y estas series de reformas fueron alguno de los intentos de modernización del país hechos durante la República, cosa que la derecha tradicional no habrían ni intentando hacer. Desgraciadamente la Ley de Bases de la Reforma Agraria no pudo ser llevada a cabo tal como se quiso.

Claudio Martín

Otra versión:


Se trata de un texto jurídico de fuente primaria publicado en la Gaceta de Madrid el 21 de septiembre de 1932.  Está dirigido por tanto a la opinión pública. Este texto pertenece a una de las Leyes promulgadas por el Gobierno del bienio reformista (1932-1933) durante la II República.
Los objetivos de esta reforma fueron: la aplicación de la ley por toda España pero, sobre todo en Andalucía, Extremadura y La Mancha ya que el problema del latifundismo se centraba en la mitad sur. Esta tarea les fue encargada al Instituto de Reforma Agraria que a su vez será quien ayude a formar unas organizaciones para facilitar el dinero a los campesinos para que puedan trabajar las tierras. Estas tierras serán aquellas que cedan los dueños de forma voluntaria, las que el dueño solo tenga fines de recibir las rentas y las que estén más cultivadas.
Esta ley se promulgó gracias a que el 14 de abril se formó un Gobierno provisional presidido por Alcalá Zamora y compuesto por las fuerzas firmantes del Pacto de San Sebastián. Este realizó una serie de medidas para satisfacer las aspiraciones populares entre las cuales estaba la reforma agraria con el objetivo de garantizar el trabajo y el salario de los campesinos. Para poder establecer una serie de leyes, el Gobierno convocó elecciones a Cortes constituyentes que dieron una victoria a los partidos de la coalición gobernante (la Conjunción republicano-socialista). Las nuevas Cortes se encargaron de redactar una nueva Constitución que fue aprobada en diciembre de 1931. Esta constitución se inspiró en la Constitución alemana “de Weimar” de 1921.
La ley de Bases de la Reforma  Agraria fue una reforma emprendida por el Gobierno provisional tras la aprobación de la Constitución de 1931. Las cortes eligieron Presidente de la República a Alcalá Zamora. El nuevo gobierno presidido por Azaña y compuesto por ministros republicanos y socialistas prosiguió las reformas iniciadas por el Gobierno provisional de Alcalá Zamora durante el bienio reformista (1932-1933).
La preocupación por el sector se manifiesta por parte de los ministros de la Segunda República, entre los cuales destacó Largo Caballero que desarrolla numerosas reformas como la reforma laboral con el fin de mejorar los derechos de los trabajadores. Pero la reforma de más hondo calado fue la reforma agraria. Se desarrollaron decretos como que todas las tierras debían de estar trabajadas y otros que obligaban a los propietarios y capataces a contratar mano de obra del mismo municipio, defendiendo también a los pequeños arrendatarios. Con esta ley de pretendía expropiar a los terratenientes sus fincas no cultivadas y proporcionar una parcela a los jornaleros. Esto produjo la oposición de los terratenientes que para evitarla, apoyaron el golpe militar dirigido por el general Sanjurjo en agosto de 1932. El fracaso del golpe aceleró la aprobación de la Ley de Bases de la Reforma Agraria que introdujo cláusula de expropiación forzosa y sin indemnización de las tierras de los “Grandes” de España. La puesta en práctica de la Ley fue, sin embargo, muy lenta debido a la burocracia, el boicot, etcétera.

Más tarde, durante el bienio radical-cedista (1934-1936), Lerroux formó un gabinete formado por miembros de su partido. La CEDA, apoyo al gobierno desde el Parlamento. Lerroux se vio obligado a apoyar a los grupos de derecha por lo que tuvo que iniciar una política de rectificación de las reformas del bienio anterior, entre las cuales se encontraba la paralización de la Reforma Agraria (explosión de las tierras que habían ocupado los miles de jornaleros).

María Cantero López

Y una última:

Nos encontramos ante un texto histórico de naturaleza jurídica. El texto está dirigido al público general, pues aparece escrito en el periódico de la Gaceta de Madrid. La fecha de su publicación es el 21 de septiembre de 1932. Este texto hace referencia a la Ley de Bases de la Reforma Agraria, la cual fue promulgada durante la II República, en 1932.

En primer lugar, el texto explica donde se aplicará la susodicha ley. Además, dice que será el Instituto de Reforma Agraria el que la lleve a cabo y quien facilitará a los campesinos la adquisición de las tierras expropiadas. Porque el fin de esta ley no es otro que el de hacer que las tierras sean más productivas (por ello se expropian si no las trabajas o si no lo haces correctamente) y que pasen a manos de los jornaleros y campesinos.

Como ya se ha mencionado antes, esta ley fue promulgada en 1932, con el primer gobierno de la II República. Este comenzó justo tras la promulgación de la Constitución de 1931. Esta propugnaba a Alcalá Zamora como presidente de la República, y fue Azaña el primer presidente del gobierno.

Azaña, junto con sus ministros (Prieto, Largo Caballero…), prosiguió con las reformas que había comenzado ya el gobierno provisional pero estableciéndolas formalmente. Esta ley es una de ellas, pero hubo otras muchas como la Ley de Jurados Mixtos o la Ley de Contratos Laborales.

Sin embargo, esta ley que pretendía reformar la agricultura fue ralentizada por la burocracia y los boicots de los terratenientes. El fracaso en la aplicación de esta ley entre otras cosas (Casas Viejas) provocó que los socialistas se salieran de la coalición gobernante. Esto hizo que se convocasen elecciones en noviembre de 1933.

Estas elecciones fueron ganas por la CEDA y el Partido Radical, siendo este último el que pase a gobernar. Lerroux, nuevo presidente del gobierno, llevó a cabo en los siguientes años una política de rectificación de reformas. Esta paralizó entre otras la Reforma Agraria.
Sin embargo, esta ley volverá a ser aplicada durante el gobierno del Frente Popular en febrero de 1936. Azaña ocupó el cargo de presidente de la República y Casares Quiroga el de presidente del Gobierno. Pese a todas las reformas que se realizaron, el sector militar se encontraba muy descontento con la república y organizó un golpe de estado. Este se llevó a cabo el 17 de julio de 1936 y puso fin a la etapa de reformas en España, pues provocará una guerra civil que durará 3 años y acabará con un régimen dictatorial

SANDRA GONZÁLEZ


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