“He recibido en España un gran número de felicitaciones con motivo de mi cumpleaños. Cuantos me han escrito muestras igual convicción de que sólo el restablecimiento de la Monarquía Constitucional puede poner término a la incertidumbre que experimenta España. Dicen me que antes de mucho estarán conmigo todos los de buena fe sean cuales fueren sus antecedentes políticos, comprendiendo que no pueden tener exclusiones ni de un monarca nuevo y desapasionado, ni de un régimen que represente la unión y la paz… Por virtud de la espontánea y solemne abdicación de mi augusta madre, tan generosa como infortunada, soy único representante yo del derecho monárquico en España… Por todo esto, sin duda, lo único que inspira ya confianza en España es una Monarquía hereditaria y representativa. En el entretanto, no sólo está hoy por tierra todo lo que en 1868 existía… Si de hecho se halla abolida la Constitución de 1845, hállese se hecho abolida la que en 1869 se formó sobre la base inexistente de la Monarquía… No hay que esperar que decida yo nada de plano y arbitrariamente… Llegado el caso, fácil será que se entiendan un príncipe leal y un pueblo libre… Sea la que quiera mi propia suerte, ni dejaré de ser buen español, ni, como todos mis antepasados, buen católico, ni, como hombre del siglo, verdaderamente liberal.
Alfonso de Borbón, Sandhurst, 1 de Diciembre de 1874”
El texto planteado es de naturaleza histórica, pues se escribe en el momento en el que ocurren los sucesos narrados. Se trata concretamente de un texto de carácter político que recoge la Restauración de los Borbones después de la primera etapa repubicana española. Por tanto, está publicado en 1874 (siglo XIX) por el propio rey Alfonso XII (hijo y sucesor de Isabel II) anunciando con él esta Restauración y siendo ésta la idea principal de texto.
Alfonso XII utiliza este manifiesto en el contexto del fin de la primera
República para comunicar al pueblo que él será el nuevo rey católico y liberal.
Las ideas secundarias que siguen a esta primera, son el reestablecimiento de
una monarquía constitucional, hereditaria y representativa con el fin de zanjar
la incertidumbre en la que se vió envuelta la España del sigo XIX. El rey
asegura en este manifiesto que su reinado tendrá como lema la unión y la paz, y
que da igual lo que suceda en él, que él acarreará con sus decisiones (con
ayuda de Cánovas del Castilo) sin perder sus ideales católicos y liberales.
Para entender mejor el texto, definiremos algunos términos clave para su
comprensión, como por ejemplo Monarquía Constitucional, monarca, abdicación,
Constitución de 1845 y liberal.
En primer lugar, se entiende como Monarquía Constitucional la forma de
gobierno en la que la jefatura del Estado reside en la persona del rey (cargo
de acceso hereditario) y tiene a favor la
defensa de una propia constitución. Siendo el monarca, por tanto,
sinónimo de rey.
En segundo lugar, la abdicación es el traspaso o la renuncia voluntarios
de un cargo soberano.
La Constitución de 1845 se sitúa en la década moderada (1844-1854) al
mando de Narváez con soberanía compartida, estado católico, restricción
electoral del 1% y cortes bicamerales como principales características, que en
este reinado de Alfonso XII resulta retirada.
Y por último el concepto de liberal referido a una doctrina política
basada en la defensa de las libertades, iniciativas individuales y limitaciones
del Estado y de los poderes públicos en los ámbitos social, económico y
cultural.
Una vez explicados los términos más significativos del texto, podemos
complementarlo situándolo en su contexto correspondiente. Posterior al fin de
la primera República por el golpe de estado militar al mando de Serrano contra
los canteros (radicales republicanos), el general Martínez Campos proclama rey
a Alfonso XII. Con ello, manda al general Serrano al exilio y da paso a una
época de regencia presidida por Cánovas aguardando la llegada del nuevo rey.
Esto supone una restauración borbónica.
Este manifiesto ofrece a la opinión pública una propuesta de régimen
monárquico que defendiendo el orden social garantice el funcionamiento liberal
de las instituciones. Tras el sexenio democrático (1868-1874) las clases
conservadoras van a recuperar el control del poder.
Autora: Alba Del Valle
Otra versión:
Otra versión:
Es un texto que trata
sobre el manifiesto de Sandhurst. Es una fuente primaria de naturaleza
histórica circunstancial y tiene un carácter político. Está fechado el 1 de
diciembre de 1874, momentos finales del Sexenio Democrático y al final de la I
República. Su autor es Cánovas del Castillo, que él mismo convenció a Alfonso
(todavía príncipe) para que lo dirigiera al país y que los firmara en
Sandhurst.
Cánovas fue un político de Málaga, en
su juventud había militado en el partido de la Unión Liberal y participado en
la revolución progresista de 1854. Fundó el Partido Conservador.
Alfonso XII era hijo de Isabel II,
fue exiliado tras la “Gloriosa”, estudió en varios países y finalmente termino
en la Academia Militar Británica de Sandhurst.
El texto se escribe para ser público
con la intención de proponer un cambio político en España, en el que su
presencia es importante como heredero legítimo de la monarquía borbónica.
La idea principal de
este texto es mostrar su disposición para convertirse en el rey de España y ser
partidario de una monarquía parlamentaria.
El manifiesto empieza contestando a
las felicitaciones recibidas por su cumpleaños, cumplía 17 lo que significaba
su mayoría de edad.
Después expone el nuevo sistema
político que quería implantar, una monarquía constitucional, lo que quiere
decir que es un régimen monárquico de tipo conservador y católico que defendía
el orden social pero aseguraba el funcionamiento del sistema político liberal.
También expone un programa político basado en la reconciliación y en el
entendimiento entre el rey y las Cortes.
A continuación, Alfonso se reconoce
como el legítimo heredero de la corona de España.
El manifiesto termina mostrando su
lealtad y diciendo cómo se mantendrá durante su reinado “ni dejaré de ser buen español, ni, como todos mis antepasados, buen
católico, ni, como hombre del siglo, verdaderamente liberal.”
Los antecedentes de
éste texto son tres conflictos. Por un lado, la Geurra de los Diez años de Cuba
(1868-1878) se inicia con el Grito de Yara y termina con la paz de Zanjón, ya
en época de Alfonso. Por otro lado, la insurrección cantonal (1873-1874) con lo
que se proclamaron los cantones y se formaron Juntas revolucionarias en buena
parte del Levante y Andalucía. Y como último antecedente, la Tercera Guerra
Carlista (1872-1876), Carlos VII entró en España y dio orden de levantamiento
general, abdicó Amadeo de Saboya lo que le favoreció en algunas victorias.
Serán derrotados en 1876.
Tras éstos conflictos comienza la
Restauración. El 29 del diciembre de 1874 Alfonso será proclamado rey mandando
al general Serrano al exilio y dando paso a un Ministerio de regencia presidido
por Cánovas para aguantar la llegada del nuevo rey.
Durante la República la burguesía
moderada quería la restauración borbónica con Alfonso. Isabel II cedió sus
derechos reales a su hijo (1870), y Alfonso con este manifiesto ofreció a la
opinión pública una propuesta de régimen monárquico que defendiendo el orden
social garantizase un funcionamiento liberal de las instituciones. Cánovas del
Castillo había conseguido agrupar alrededor de la causa Alfonsina los viejos
partidos isabelinos. Tras el sexenio democrático, las clases conservadoras
recuperan el control del poder.
En conclusión es un texto de Cánovas
que expone sus ideas, con lo que se puede afirmar que es un texto subjetivo,
está escrito con un tono conciliador con el fin de llamar la atención a todos
los grupos políticos.
Realizado por: Tonya Hristova Nenova
2ºC Bachillerato
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